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miércoles, 19 de junio de 2013

Felipe V y la Quema de Xàtiva

Cartel conmemorativo de la quema.
Tal día como hoy hace 306 años Xàtiva fue tomada, quemada y saladas sus tierras por orden directa del rey Felipe V de Borbón, el Animoso, en represalia y como ejemplo para el resto de ciudades. La razón, el apoyo brindado por la ciudad en la Guerra de Sucesión Española (1701 - 1715), como partidaria de su contrincante el Archiduque Carlos II de la Casa de Austria.

La SEO de Xàtiva en la actualidad.
Hay que tener en cuenta el contexto histórico del siglo XVIII para poder entender los acontecimientos. Por aquél entonces no se había desarrollado un concepto de nación tal y como lo conocemos hoy en día, sino que los territorios agrupados en reinos no eran más que meras posesiones en manos de ciertas familias europeas que pasaban de mano en mano como cualquier otra propiedad. Por otra parte, y dado que solo unas cuantas familias europeas tenían derecho divino para gobernar, era muy común en la época que hubiesen lazos de sangre entre ellas, con lo que los derechos de herencia eran un tema harto delicado.

Carlos II de la Casa de Austria
A finales del siglo XVII reinaba en el Imperio Español, o lo que restaba de este, Carlos II de Habsburgo, llamado el Hechizado por su débil constitución física que fue atribuida a un hechizo en su contra, hoy en día a las enfermedades mentales que habían sufrido varios miembros de su familia materna. Carlos II no engendró descendencia que pudiera heredar la corona. Además, a medida que pasaban los años, su ya delicada salud iba empeorando notablemente. Hecho este, que no pasaba desapercibido, tanto dentro de las fronteras de la monarquía como en el ámbito europeo. Unos y otros debatían acaloradamente sobre quién debería heredar el imperio, un equilibrio de poder en Europa era esencial para que la paz se mantuviera en el continente. Así como no hay que olvidar, que la monarquía era un vasto imperio que se desintegraba, un pastel goloso que había que repartir. Los principales candidatos al trono eran:


José Fernando de Baviera

José Fernando de Baviera,  Príncipe Elector de Baviera, hijo del duque-elector Maximiliano II Manuel de Baviera y de la archiduquesa María Antonia de Austria, hija del emperador Leopoldo I y de la infanta Margarita Teresa de Austria. Era, por tanto, bisnieto del rey Felipe IV de España y de su segunda mujer, la reina doña Mariana de Austria, y sobrino nieto del rey Carlos II de España. En 1696 fue nombrado heredero del trono del Imperio Español por el testamento del rey Carlos II que firmó bajo la presión de, entre otros, el cardenal Portocarrero.








Felipe de Borbón

Felipe de Borbón, segundo hijo de Luis, Gran Delfín de Francia, y  María Ana de Baviera, nieto de Luis XIV de Francia y María Teresa de Austria, nacida Infanta de España. Por lo tanto tenía derecho al trono Español por parte de su abuela paterna, que era hermanastra del rey Carlos II. Pero, y es un gran "pero", cuando María Teresa se casó con el rey Luis XIV tuvo que renunciar a todos sus derechos, y los de sus descendientes, sobre el trono de España.











Archiduque Carlos de Austria

Y por último, pero no menos importante el Archiduque Carlos de Austria, más tarde conocido como Carlos VI del Sacro Imperio Romano Germánico, rey de Hungría como Carlos III  y rey de Bohemia como Carlos II. Era el séptimo hijo del Emperador Leopoldo I y  Leonor Magdalena de Palatinado-Neoburgo. Aunque el Archiduque Carlos no tuviera un derecho de sucesión tan claro como el resto de contendientes al trono, como veremos más adelante, el resto de la nobleza Europea apoyó en un principio su participación en le desmembramiento del Imperio Español.

¿Un lío de familias verdad? Es lo que tiene la endogamia  de la "sangre azul", que se practicaba en la época para no mezclarse con la plebe.





En los años anteriores a la muerte de Carlos II, Luis XIV de Francia quiso evitar la reintegración del antiguo bloque hispano-alemán, de modo que auspició un Primer Tratado de Partición por el que asignaba el Reino de España —salvo Guipúzcoa—, los Países Bajos españoles, Cerdeña, y las Indias Occidentales a José Fernando de Baviera. El Milanesado pasaba al archiduque Carlos de Austria, mientras que el Reino de Nápoles (Nápoles, Sicilia y La Toscana) sería para el Delfín de Francia.

Esto, por descontado, no gustó nada a Carlos II que vio como un rey de otra potencia se inmiscuía en algo tan personal como la herencia, así que eligió a José Fernando de Baviera como heredero universal de sus dominios. Evidentemente esta decisión venía apoyada por un sector de políticos y personajes insignes de la corte del rey, frente a los partidarios de los otros candidatos. De esta forma la situación se calmó hasta 1699.

El 6 de Febrero de 1699 José Fernando de Baviera murió en Bruselas a causa de una viruela. En el ámbito internacional  Luis XIV de Francia y Guillermo III de Inglaterra pactaron un Segundo Tratado de Partición que ratificaron el 3 de marzo de 1700 en Londres, por el que se reconocía al archiduque Carlos como heredero de la Monarquía Hispánica, los Países Bajos españoles, Cerdeña y las Indias americanas, pero dejando Lorena al Delfín de Francia y el Milanesado al duque de Lorena. Cosa que el Archiduqe no aceptó, ya que reclamaba todo el trono para sí.

Entrados ya en 1700 Carlos II se moría, los partidarios españoles de uno y otro candidato se afanaban por intentar que su protegido alcanzara el trono del reino, o al menos la parte peninsular del mismo. Para Carlos II la desintegración del Imperio, o lo que quedaba de este, era algo inaceptable y por lo tanto resolvió entregar el trono a uno de los dos pretendientes.Influenciado por sus consejeros, y en contra de la opinión de su esposa, Carlos II hizo testamento a favor de Felipe de Anjou, delfín de Francia, quien a su vez tenía que renunciar a la sucesión de Francia. A día de hoy, existe un arduo debate respecto a la autenticidad de este testamento.

Proclamación de Felipe V

El 1 de Noviembre de 1700 murió Carlos II, el día 16 Felipe V fue proclamado Rey de España por su padre en el palacio de Versalles. El 18 de Enero de 1701 entró en Madrid aclamado por la mayoría como nuevo rey de España. Pero la dicha no duró demasiado, Felipe V tomó en pocos meses demasiadas decisiones equivocadas que perjudicaban a la nobleza. En concreto a aquellos sectores de la misma, que habían comenzado a vincularse al comercio y artesanado. Repartió cargos de confianza entre personajes franceses, revirtió su decisión sobre renunciar al trono francés e intentó detentar ambos (aunque la posibilidad era remota). Estas medidas desencantaron a muchos y reforzaron las posiciones del Archiduque Carlos,  que jamás aceptó a Felipe como legítimo heredero del trono. Desde determinados sectores de la nobleza y clero, no sentó bien el afrancesamiento de la corte, pues frenaba la evolución económica que se daba en ciertos sectores. Desde el exterior los crecientes lazos con Francia preocuparon al resto de potencias, pues una unión entre los reinos de Francia y la Monarquía Hispánica, podía desembocar en otro gran imperio que nadie deseaba.

El águila Imperial, símbolo de la casa de Austria

Estas voces contrarias germinarían en la Gran Alianza antiborbónica,  cuyo núcleo estaba formado por los Austricistas, que apoyaban al Archiduque Carlos. Entre ellos la nobleza Corona de Aragón, que englobaba al reino de Aragón, reino de Valencia, reino de Mallorca y Principado de Cataluña; Inglaterra, Austria y los Paises Bajos. Más tarde, ya comenzada la guerra, se unirían Portugal y el ducado de Saboya.

En 1702 dio comienzo la Guerra de Sucesión Española, pese a que no hubo declaración de guerra formal. con el ataque por parte del eje austríaco en lo que se conocería como La Batalla de Capri, En 1703, con la inclusión de Portugal y el ducado de Saboya en la Gran Alianza, el emperador Leopoldo I, viendo asegurada la guerra, proclamó a su hijo, el archiduque Carlos, Carlos III Rey de España. Formalmente hablando España tenía dos reyes que pronto comenzaron a disputarse el territorio español, tanto dentro como fuera de la península.

La reina Ana de Inglaterra

En 1705 la reina Ana de Inglaterra llegó a un pacto con una delegación catalana y se firmó el pacto de Génova. Por el cual se comprometían ciertos sectores del Principado Catalán a sublevarse si recibían el apoyo del rey Carlos III. El Archiduque cumplió su promesa y viajó desde Lisboa hasta Barcelona para comandar la sublevación, por el camino llegó a el Reino de Valencia y junto con los maulets propició su sublevación. Tras la conquista de Barcelona Carlos III dominaba prácticamente la totalidad del Reino de Valencia y el Principado Catalán, excepto Alicante y Rosas (Gerona).

Los avances de la Gran Alianza eran imparables hasta tal punto que en 1706 tuvo lugar la primera entrada en Madrid del Archiduque Carlos, aunque un tiempo después volvió a Valencia debido a la falta de apoyos que encontró en la ciudad y la falta de suministros. En Europa los territorios españoles de los Países Bajos y Nápoles eran conquistados por la Gran Alianza, pero en la península fueron perdiendo impulso.


La Batalla de Almansa

Finalmente, el 25 de Abril de 1707, se produjo La Batalla de Almansa, importante batalla en la que el ejército de Felipe V venció al ejército del Archiduque propiciando la reconquista del Reino de Valencia y, posteriormente, del Principado Catalán. Fue justo después de esta batalla, con el ejército aliado en desbandada, cuando se produjo la quema de Xàtiva.

Bandera de Xàtiva

Cuando Felipe V llegó a Xàtiva se encontró con una ciudad amurallada y bien defendida que se negó a rendirse, así comenzó el asedio de la ciudad. El día 6 de Junio la ciudad no pudo resistir más sin apoyo y se rindió esperando un trato honorable por parte del monarca. El día 19 Felipe V ordenó la quema de la ciudad como ejemplo para el resto de pueblos que todavía debía conquistar. Y más tarde saló sus tierras, para que nada creciera. Sobre las cenizas de la ciudad fundó la Nueva Colonia de San Felipe y la repobló de sus más fieles súbditos con la esperanza de borrar de la historia la ciudad de Xàtiva.

Por suerte eso no llegó a ocurrir y ya en 1811 en las Cortes de Cádiz, se recuperó el nombre de Xàtiva y la memoria histórica prevaleció. En 1940 un grupo de jóvenes, que más tarde serían insignes personajes de la ciudad, le dio la vuelta al cuadro de Felipe V que se encontraba en el museo como recordatorio de la quema. El pueblo, no solo no se opuso a esto, sino que lo convirtió en uno de sus símbolos más emblemáticos.

Cuadro de Felipe V en el museo de Xàtiva

En 1999 el alcalde Alfonso Rus, propuso a la Casa Real que el príncipe Felipe viniera a Xàtiva para disculparse por la quema y, a cambio, él se comprometía a poner del derecho el cuadro de su predecesor. Evidentemente ni la Casa Real respondió a su petición, ni el pueblo de Xàtiva alentó la medida. Incluso se llegó a decir que si el alcalde se atrevía a enderezar el cuadro, lo pondrían a él del revés. Así que de esta guisa permanecerá el Borbón en el museo de Xàtiva.

En cuanto a la Guerra de Sucesión, el territorio de la monarquía perdió prácticamente sus posesiones extra-peninsulares. La disputa del territorio peninsular estuvo plagada de conquistas y reconquistas que diezmaron a la población.

Finalmente se impuso Felipe V y en 1711 el Archiduque heredó el Imperio Romano Germánico, con lo que perdió interés en el territorio español de la península. En 1713 se firma el tratado de Utrecht, por el que Felipe V se quedaba la mayoría del territorio peninsular y el resto era repartido entre los contendientes. Cataluña siguió resistiendo un año más hasta la caída del Principado Catalán. Comenzó una amplia represión de los territorios que apoyaron la causa del archiduque. Se abolieron los fueros de todos los reinos de la Corona de Aragón, centralizando el poder político y económico en Castilla y su capital, Madrid. Evidentemente, se impuso la dinastía Borbón en España y, como dijo el sabio, lo demás es historia...



martes, 1 de diciembre de 2009

La Batalla de Karánsebes: la batalla más estúpida de la humanidad.

A finales del siglo XIIX el Imperio Ruso inició una guerra contra el Imperio Turco por el control de los países Bálticos,con el objetivo de obtener una lucrativa ruta comercial por el mediterraneo. A su vez el boyante Imperio Austríaco, amenazado por la expansión del Imperio Otomano, unió sus fuerzas a las del Imperio Ruso.

Máxima expansión del Imperio Otomano

Bajo este escenario se produjo la batalla más subrealista de toda la historia de la humanidad: La Batalla de Karánsebes. En Septiembre de 1788 el ejercito Austríaco al completo marchaba en dirección a Karansebes (actual Rumanía) con la intención de invadir el territorio. La mayoría de soldados del ejercito Austríaco pertenecían a los pueblos sometidos (italianos, serbios, croatas, húngaros, rumanos...), y la práctica mayoría de ellos no hablaba la lengua oficial del Imperio, el Alemán.

Los primeros en llegar fueron una vanguardia de húsares con la misión de explorar y eliminar a todos los enemigos que hallaran para facilitar la llegada del grueso del ejercito. Pero no hallaron ningún turco, en su lugar se encontraron con un grupo de gitanos que vendían aguardiente, así que los soldados les compraron varios barriles y comenzaron a beber mientras esperaban los refuerzos.

Húsares Polacos de Józef Brandt

Pasado un tiempo llegó a la zona un contingente de infantería que, viendo la borrachera que llevaban los húsares, reclamaron su parte de aguardiente. Sin embargo los húsares, borrachos como cubas, se negaron en rotundo y construyeron barricadas alrededor de los barriles. Comenzó entonces una gran disputa por el preciado licor, que culminó con un disparo al aire.

En ese momento la situación se descontroló por completo. Los infantes rumanos pensaron que el disparo provenía de un francotirador turco y comenzaron a gritar "Turci turci!!!", "Turcos, turcos!!". Los húsares se pusieron a galope y los infantes salieron en desbandada. En un intento por imponer el orden los oficiales austríacos trataron de poner orden al grito de "¡Halt!", "¡Alto!". Pero como los soldados no entendían el Alemán confundieron estas ordenes con "¡Alah!", el grito de guerra de los otomanos y el caos se multiplicó.

Coincidió que en ese mismo momento llegaban más tropas. Desde la distancia un oficial Austríaco de caballería divisó a los húsares alrededor del campamento que ya se había convertido en una batalla campal. La deducción lógica para el oficial era que la caballería turca atacaba al ejercito austríaco, así pues sable en mano ordenó una carga contra lo que él creía era el enemigo.

Al mismo tiempo, la caballería fue divisada desde otro lejano punto por por un cuerpo de artillería. Creyendo que eran sin duda los turcos que atacaban a su ejército, abrieron fuego
contra ellos.

Artillería austríaca

Ya completamente enajenados los soldados comenzaron a dispersarse en pequeños grupos que disparaban contra todo lo que se movía, creyendo que los turcos les tenían rodeados. La batalla duró varias horas, hasta que en un momento dado todos los contendientes decidieron que había llegado la hora de huir en desbandada. Durante esta huida el caballo del del emperador José II se desbocó haciendo que el emperador cayera a una poza.

José II Emperador de Austria

Los turcos llegaron dos días después a Karánsebes y solo hallaron 9000 soldados del ejercito austríaco muertos...

Visto en: Noticias Interesantes

miércoles, 24 de junio de 2009

Navegando con un módem acústico de 1964


K.C. (el autor de phreakmonkey.com) hace una demostración del funcionamiento de un módem Circa 1964 Livermore Data Systems "Model A. Este módem en concreto fue recuperado del desván de un ingeniero retirado de la IBM. Dejando a un lado su caja de madera hecha a mano, y su aspecto de neceser, lo más increíble es que funciona perfectamente despues de 45 años (45 años!!!). Según nos comenta el autor el mayor problema que ha tenido para hacerlo funcionar es conseguir los otros elementos necesarios, un teléfono con los acopladores acústicos que encajen en el aparato razonablemente bien (cuanto menos acoplan más ruido entre en el sistema). Y un adaptador de Puerto Serie a DB-25 ya que el primero que probó era USB a DB-25 pero no daba el voltaje suficiente como para que el módem produjera el tono correcto para funcionar.

Para la prueba se conecta a una servidor UNIX, mediante acceso telefónico, e incluso carga la Wikipedia en un navegador de texto.





Y nosotros nos quejamos de la velocidad de nuestra conexión...

Visto en: Microsiervos

sábado, 6 de diciembre de 2008

Alan Mathison Turing


Alan Turing es considerado uno de los padres de la computación moderna, asentó los conceptos de algoritmo y computación gracias a su célebre Máquina de Turing; colaboró en la ruptura de la máquina de codificación nazi más usada durante la 2ª Guerra Mundial, la famosa Máquina Enigma; trabajó en campos tan dispares como Inteligencia Artificial, Diseño de Software, Biología Matemática.... pero me estoy adelantando a los acontecimientos.

El padre de Alan, Julius Mathison Turing era miembro del Cuerpo de funcionarios británicos en la India, pero cuando en 1911 su esposa, Ethel, le comunicó su embarazo ambos decidieron que la India no era un buen lugar para que su hijo naciera y fuera criado, así que regresaron a Paddintong, donde nación Alan. Pero dado el cargo de su padre, Turing se vio forzado a crecer entre las ausencias de ambos y los cuidados de los amigos de sus padres.

Ya desde muy joven Turing demostró un gran interés en la matemática y la lógica. En 1926, a sus catorce años Turing ingresó en el internado de Sheborne en Dorset. Su primer día de clase coincidió con una huelga general, y por lo tanto no había ningún medio de transporte que pudiera llevar a el joven Turing hasta su internado, pero tan fuerte era la determinación de este que se subió a su bicicleta y recorrió 96 Kilómetro en solitario, haciendo noche en una posada, para llegar a Dorset.

Ambito académico

A pesar de su genialidad en la matemática, a Turing no le interesaba en absoluto el estudio de la literatura y otras materias, por lo que suspendió sus exámenes finales y tuvo que contentarse con ingresar en la universidad de King's College, en vez de su favorita Trinity. A pesar de ello, y movido por su gran determinación, Turing sorprendió a muchos docentes del King´s College y en 1935, a sus 23 años, Turing fue nombrado profesor de esta universidad.

En 1936 Turing publicaría un artículo, llamado "Los números computables, con una aplicación al Entscheidungsproblem", que asentaría la base de la computación moderna y que hoy en día se sigue estudiando en escuelas y facultades de Informática. El Entscheidungsproblem es un enunciado propuesto en el siglo XVII por Gottfried Leibniz, y reformulado por David Hilbert en 1928. En esencia este problema presenta una cuestión: "Encontrar un algoritmo general que decidiera si una fórmula del cálculo de primer orden es un teorema".

Turing concibió una máquina ideal que analizara los datos que se le "pasaban por una cinta", y en base a estos datos y a las transiciones de unos estados internos de la máquina, esta podía alcanzar un estado en el que no analizara nada más y diera un veredicto, la Máquina de Turing. Pero Turing se dio cuenta que en algunas ocasiones su máquina no paraba nunca (ni en 200 Trillones de años!!!, nunca!!!) con lo que estableció la diferencia entre números computables y números no computables, y por lo tanto sentenció que no existía ningún algoritmo que siempre decidiera si una formula dada era un teorema o no. Esta conclusión, que en principio puede parecer desalentadora, asentó los principios de la algoritmia y permitió que muchas otras mentes brillantes hicieran inmensos esfuerzos por construir lo que hoy es la base de nuestra civilización, la computación.

En 1938 Turing hizo su doctorado en Princeton y continuó desarrollando sus teorías sobre computabilidad, hasta que estalló un conflicto que conmociono al mundo entero, La Segunda Guerra Mundial.

Turing en la guerra
Nada más estallar la guerra Turing fue reclutado por la Bletchley Park, una institución militar en Buckinghamshire cuyo único fin era el de romper los códigos de cifrado de las comunicaciones de los alemanes. Durante esta época Turing cosecho bastante renombre entre el mundo no académico al colaborar en el proyecto que culminaría con la decodificación de la máquina Enigma. Además Turing colaboró muy activamente con Max Newman en el diseño de la máquina Colossus, el primer computador programable electrónico digital construido en secreto y que permanecería en el anonimato hasta mucho después del fin de la guerra.


Posteriormente Turing diseñó la Bombe, computador que desentrañó una gran cantidad de claves enemigas. Dicho computador conmutaba la información en datos lógicos y mediante una serie de cálculos podía deducir si eran acertados o no. Tal era la eficiencia de esta máquina que se adoptó en todo el bando aliado, y prácticamente dejó obsoleta a la máquina Enigma.

A partir de este momento la fama de Turing como diseñador de computadores alcanzó su grado máximo. Lo que le permitió alcanzar puestos destacados en la comunidad científica.


Turing como Programador


Acabada la guerra en 1945 Turing trabajó en el Laboratorio Nacional de Física en el diseño y construcción de ACE (Motor de Computación Automática). En 1949 fue nombrado director delegado del laboratorio de computación de la Universidad de Manchester y desarrolló el lenguaje de programación y bastante software del primer computador moderno, el Manchester Mark I.

En esta etapa de su vida comenzó sus trabajos más abstractos (si, más que la máquina de Turing....). Hay que tener en cuenta que con el nacimiento de los computadores la imaginación de cientos de escritores se disparó, y este hecho supuso un nuevo renacer de la ciencia ficción. Así pues en 1950 Turing, influido sin duda por esta corriente literaria, publicó su artículo "Máquinas de computación e inteligencia", con el que realizaría un amplio análisis de la inteligencia artificial y establecería la Prueba de Turing, procedimiento por el cual se podría verificar sí una IA alcanza una verdadera consciencia.

Una adaptación moderna de la prueba sería: "Hay una habitación cerrada donde se encuentra un juez con un ordenador. Fuera de la habitación hay otra persona con su ordenador, y otro computador con la IA instalada en el. Los tres están conectados anónimamente a un Chat. El juez realiza preguntas y charla con la persona de fuera y la IA, sin conocer que usuario es el humano y cual la "máquina". Sí al final de la prueba el juez no ha podido deducir concluyentemente quien es la máquina y quien el humano, se puede decir que la IA a alcanzado el grado de Inteligencia". En la actualidad ningún programa de IA ha conseguido pasar esta prueba.

Esta prueba ha sido reproducida, convenientemente adaptada, en grandes películas del género como Blade Runner. Y que hoy en día se utiliza como base para los algoritmos que filtran spam, entre otras aplicaciones.

En 1952 Turing diseñó un programa de ajedrez para computadores, pero como ninguno de los computadores del momento tenía la suficiente potencia para ejecutarlo tuvo que contentarse con realizar el mismo el algoritmo, se dice que tardaba más de una hora en decidir el siguiente movimiento.

En esta época Turing trabajó también con Norbert Wiener en el desarrollo de la cibernética, el desarrollo de sistemas de comunicación entre el hombre y la máquina, necesario para establecer mecanismos de control. Con esto Turing colaboró en el establecimiento del concepto de interfaz y profundizó en sus estudios de la simulación del razonamiento humano.

La muerte de Turing

Desde 1952 y hasta su muerte en 1954 Turing se centró en el estudio de la biología matemática, concretamente en la morfogénesis. Su principal interés era estudiar la filotaxis de Fibonnaci, es decir, la presencia de los números de Fibonacci en las estructuras vegetales, llegando incluso a publicar su artículo "Fundamentos Químicos de la Morfogénesis". Pero estos estudios pasaron casi desapercibidos debido a la situación personal de Turing.

En 1952 Arnold Murray, por aquel entonces amante de Turing, dejó entrar a un cómplice para robar en la casa de Turing. Alan acudió a la policía para denunciar el suceso, y como resultado de la investigación policial, Turing fue acusado de "indecencia grave y perversión sexual" por la relación que mantenía con Murray. Turing, convencido de que no tenía nada por lo que disculparse ni avergonzarse, decidió no defenderse de los cargos y fue condenado.

En el juicio que tuvo amplia repercusión social se le dio a elegir entre dos opciones: o bien la cárcel, o bien someterse a un tratamiento hormonal para reducir la lívido. Turing eligió seguir el tratamiento de estrógenos. Además de los claros cambios físicos, como el desarrollo de los pechos, el notable incremento de peso y la impotencia, este tratamiento y el desprecio social que sentía hizo que Turing se sumiera en una profunda depresión. En 1954, dos años después del juicio, Turing murió por envenenamiento con cianuro, aparentemente tras comerse parcialmente una manzana que contenía dicho veneno. Oficialmente se consideró un suicidio, pero su madre Ethel siempre lo negó y lo atribuyó a un accidente causado por la falta de precaución de Turing en el embasado de sus componentes químicos. Su muerte dio pié a la aparición de varias hipótesis, entre la que se hallaba el asesinato.

Así pagó la sociedad de Inglaterra de aquella época a uno de sus más grandes científicos, con el ostracismo y el oprobio, que murió envuelto en el misterio y la amargura.

Fuente: Wikipedia