miércoles, 8 de mayo de 2013

El experimento más largo de la historia

En 1927 el profesor Thomas Parnell, de la  Universidad de Queensland en Brisbane, Australia, decidió poner en marcha un sencillo experimento para demostrar a sus alumnos como algunos materiales, aparentemente sólidos, son en realidad fluidos superviscosos.

Para ello colocó brea calentada en un embudo, la dejó reposar tres años, para asegurarse de que la brea había vuelto a su aparente estado cristalino, y rompió el sello. Desde ese mismo momento la brea comenzó a fluir... a un ritmo relajado... La primera gota cayó ocho años después... y las sucesivas fueron cayendo más o menos a este ritmo, y digo más o menos porque la brea modifica su viscosidad en función de la temperatura. De hecho, esta última gota se está demorando algo más de lo previsto a raíz de la instalación de un aire acondicionado en el edificio de la universidad que lo contiene.

Poco después de caer la sexta gota en 1979
Lo más curioso es que después de 86 años de experimento nadie ha visto el momento exacto de caída de la gota, y es que un par de segundos en un lapso de ocho años es algo complejo de prever. En el año 2000, fecha de la última gota que cayó, el profesor John Mainstone, actual custodio del experimento, se encontraba desafortunadamente en Londres y, peor aun, los equipos de registro fallaron estrepitosamente quedando sin registro el evento. Mainstone espera poder observar esta novena caída de la gota bien en directo, bien a través del metraje de las múltiples cámaras que ha dispuesto para ello.

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