Los gurús de Internet

En Internet, al igual que en el MundoReal™, hay de todo información verídica y rigurosa de cualquier tema habido y por haber; información falseada y manipulada hasta la saciedad; comunidades de gentes que comparten las más variopintas aficiones; tiendas virtuales donde comprar hasta el artículo más inimaginable; aplicaciones para cualquier necesidad real o imaginaria... y entre esta marea hay gente que trata de hacer oír su voz, los expertos o Gurús de Internet.

En mi opinión es muy positivo, evidentemente, el tener una amplia gama de expertos en distintas materias que te pueden ayudar a solucionar dificultades o dudas sobre cualquier tema.

Pero el problema llega cuando de entre este ejercito de profesionales se alzan algunos personajes que presentan sus opiniones , muchas veces poco meditadas, como dogmas inamovibles e infalibles que no admiten réplica. La mayoría de méritos de este colectivo pasa o bien por ser una copia descarada de un servicio/aplicación ya existente, o bien vender opiniones personales como si fueran complejos estudios e investigaciones mas allá de la compresión de los tristes usuarios.

Para mí, es beneficioso para la sociedad el copiar y adaptar cosas que ya funcionan, y el que cualquier persona de su opinión sobre cualquier tema, aunque no sea un experto. Pero estos individuos que hablan de si mismos en tercera persona y miran por encima del hombro con desprecio y superioridad al resto me sacan de quicio.

Por otra parte pseudo expertos como estos ha habido siempre, pero el problema es cuando hay gente que, por ignorancia o indiferencia, practican el culto a estos personajes. Y los medios de comunicación tradicionales en su línea de trabajo, el buscar "expertos" para que les digan sí llueve en vez de sacar la cabeza por la ventana, alimentan más si cabe su extrema egolatría.

En fin, que siempre habrán sujetos de este tipo y que, en mi opinión, todos deberíamos tratar de pensar por nosotros mismo y llegar a nuestras propias conclusiones antes de cerrar filas en torno al gurú de turno.