Desde que era pequeño Dexter (Michael C. Hall) siente un deseo irresistible de matar, una baja empatía y una gran dificultad para comprender los pocos sentimientos que en el se despiertan. Su padre Harry (James Remar), oficial de la policía de Miami, detectó que su hijo era un asesino en serie en potencia ya desde su juventud, y ante la imposibilidad de reformar a Dexter decide educarlo e inculcarle una ética. Harry le enseña como matar sin dejar rastro y a quien debe matar, únicamente a asesinos huidos de la justicia.
Y así es como Dexter llega a convertirse en forense especializado en salpicaduras de sangre y a trabajar en el Departamento de Policía de Miami junto con su hermana Debra (Jennifer Carpenter) que es agente de policía. Aunque Dexter es incapaz de tener sentimientos mantiene una relación con Rita (Julie Benz), madre de dos hijos y separada de su esposo drogadicto y violento, en parte para mantener las apariencias y en parte por aferrarse al lado más humano de la vida.
Para mí esta serie es una de las mejores que se estan emitiendo en la actualidad. Mantiene la frescura del primer día gracias a la evolución del protagonista y a los problemas que se le plantean. Aunque para Dexter es imposible dejar de asesinar tampoco quiere abandonar por completo su humanidad ni mostrar su verdadera personalidad.
Una serie muy recomendable, aunque algunos capítulos no son para ver a la hora de cenar...
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