viernes, 14 de junio de 2013

Celulas Ciborg

Célula Ciborg
Charles Lieber es un nombre muy conocido en las investigaciones sobre nanotecnología, pues este químico norteamericano, dirige un fructífero grupo de trabajo compuesto por el Departamento de Química y Química Biologíca de la Universidad de Harvard y la Escuela de Ingeniería y Ciencias Aplicadas, con el que ha publicado más de 330 artículos y patentado más de 35 ingenios nanotecnológicos. Por si fuera poco en 2001 fundó la compañía nanotecnológica Nanosys y en 2007 la compañía de nanosensores Vista Therapeutics.

Nanotubo
Con este currículo no es de extrañar que el Grupo de Investigación Lieber haya logrado uno de los mayores avances en nanotecnología desde la acuñación del término por Richard Feynman en el año 1959. Lieber ha logrado combinar una amplio conjunto de células vivas con piezas de nanotecnología. Estas células Ciborg, medio orgánicas medio mecánicas, son capaces de formar una amplia gama de tejidos (como neuronas, células del corazón, músculos, vasos sanguíneos...) que no solo funcionan como lo harían sus semejantes orgánicos, sino que además son capaces de hacer las funciones de nanosensores recogiendo y enviando información, como ritmo cardíaco, presión sanguínea, localización de un bloqueo...

Formación de un nanoandamio

Para fabricar estas células ciborg se utilizaron diversos componentes como nanohilos y transistores formando mallas microscópicas que son envueltas con colágeno, material que normalmente se encuentra en el tejido conectivo de los animales, y de esta forma se facilita el crecimiento de las células alrededor de los componentes.

Nanoandamios

De momento solo han reproducido tejidos de ratas, pero ya han logrado crear un vaso sanguíneo humano de 1.5 cms. Hasta este punto "solo" se ha podido usar estos nanoandamios (como llaman a la parte tecnológica de las células ciborg) para realizar lecturas de datos, aunque según las declaraciones de Lieber su siguiente objetivo es lograr la comunicación con las células ciborg y así "conectar tejidos y comunicarse con él de la misma forma que se comunica con su sistema biológico".


En la actualidad están utilizando estos tejídos ciborg, bautizados como nanoES, para reproducir órganos sobre chips sensores y utilizarlos para probar drogas o sustancias químicas sin tener que maltratar ratas de laboratorio o realizar peligrosas pruebas en pacientes.

Pero esto es solo el principio, si el equipo de Lieber logra su objetivo se producirá una gran revolución no solo en la biomedicina sino en el propio concepto que tenemos de humanidad, acercándonos un paso más a la transhumanidad. Lo que ayer era un sueño de la ciencia ficción, mañana puede ser la realidad cotidiana: ¿Necesitas realizar un esfuerzo? un toque al móvil y recibes una dosis natural de adrenalina. ¿Sufres una dolencia en el corazón? No hay problema se te inyectan células de corazón ciborg que no solo controlarán todos tus biorritmos, sino que dirigirán a los nanobots si necesitas que reparen alguna zona. ¿Tu diagnóstico médico es muy complejo? No hay de que preocuparse, se te inyectan células ciborg y estas recorrerán tu cuerpo mapeando cada arteria, cada vena, cada órgano y señalando todas sus inflamaciones, obstrucciones o demás problemas... Y como estas cientos de aplicaciones posibles que harán de estas pequeñas grandes máquinas, la próxima revolución tecnológica de la humanidad.



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